Adelgazar de forma sana

La comida sana en el contexto de la Dieta Mediterránea es la opción más saludable.

Evitar la transformación de calorías en grasa.

Para evitar la transformación de calorías en grasa corporal y mejorar el aprovechamiento de nutrientes, es esencial repartir adecuadamente los alimentos a lo largo del día en al menos 5 tomas diarias [3 comidas principales y 2 ligeras entre horas].

Realizar un desayuno completo.

Las tasas de obesidad y sobrepeso son menores en personas que toman un desayuno adecuado, formado por un lácteo, cereales y una pieza de fruta. Éste contribuye a un mejor rendimiento físico e intelectual y diminuye la tendencia a acumular grasa corporal.

Evitar la ansiedad.

Evita la ansiedad tomando una comida sana y ligera a base de fruta, yogur desnatado o fiambre magro como jamón york o pavo en las tomas de media mañana y merienda.

Tomar una cena ligera.

En las dietas para adelgazar la cena debe ser ligera, pues a última hora del día el exceso de calorías tiende a acumularse en forma de grasa. Evita alimentos grasos y azucarados o a base de pan y cereales. Se recomienda optar por verduras como primer plato y un segundo a base de carne de ave, huevos, pescado blanco o marisco.

Consumir abundantes frutas y verduras.

Toma cinco raciones de frutas y verduras al día. Son alimentos ricos en Vitamina C [excelente antioxidante], fibra [saciante y capaz de disminuir los niveles de colesterol] y un sinfín de nutrientes que nos ayudan a prevenir enfermedades crónicas y carenciales.

Evitar grasas saturadas.

Evitar las grasas indeseables (lácteos grasos y quesos curados, bollería, embutidos y carnes grasas) y aumentar el consumo de grasas cardioprotectoras (omega-3 de pescados y frutos secos, aceite de oliva para el cocinado) nos ayudará a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, mejorando la salud cardiovascular.

Moderarse con ciertos alimentos.

Los cereales y el pan deben moderarse en las dietas de adelgazamiento, pero jamás deben excluirse. Es mejor tomarlos integrales, pues a pesar de no ser menos calóricos, son más saciantes y nutritivos que los blancos, con una mayor presencia de vitaminas del grupo B.

Reducir el consumo de sal.

Para reducir o evitar los valores altos de tensión arterial, se recomienda reducir la sal en la comida y aumentar la ingesta hídrica, bebiendo entre 1,5 – 2 litros de agua. Esto nos ayuda a evitar la retención de líquidos y con ello, la hinchazón de piernas, tobillos y abdomen.

Complementar la dieta con ejercicio.

Realiza ejercício físico diario. Ayuda a aumentar el gasto de calorías y contribuye a acelerar la pérdida de peso de forma natural.

Seguir la Dieta Mediterránea.

Elegir una versión ligera de la Dieta Mediterránea (cómo ejemplo de dieta equilibrada) es siempre la mejor opción para adelgazar a corto y largo plazo. La comida sana es el pilar fundamental para perder peso sin poner en riesgo nuestra salud.